La Refinería Aceitera de Canarias, conocida como R.A.C.S.A., es una de las muchas industrias que han desarrollado su actividad en La Isleta. En este apartado la importancia de la actividad industrial es compartida con la importancia del edifico, de ahí que desde el Instituto Canario de Estudios Antropológicos y la Federación de Asociaciones Foro por La Isleta solicitamos el mantenimiento del edificio y que se convierta en industria cultural y creativa, en estos momentos en el barrio de La Isleta la necesidad de espacios relacionados con la cultura y la creatividad es considerable.
El 12 de marzo de 1963, se publica en el Boletín Oficial
del Estado disposición del Ministerio de Obras Publicas, por la que se resolvía
la autorización a la empresa “Refinería Aceitera de Canarias S.A.” para
instalar una tubería subterránea desde el Puerto de La Luz hasta la refinería
que estaba construyendo en ese momento en un terreno de diez mil metros
cuadrados entre las calles Harimaguadas, Tecén y Roque Nublo de La Isleta, 6
meses después el buque “Finisterre” descarga el primer cargamento de cientos de
toneladas de aceite de manises, el aceite era conducido por la tubería hasta
los 8 depósitos en los que era almacenada el aceite crudo para luego ser
refinado con la maquinaria más moderna de aquella época.
La tubería pipe-line fue montada por “CEYMES”,
construcciones y estructuras metálicas electro
- soldadas.
En enero de 1964 sale al mercado el primer producto de
R.A.C.S.A., el aceite puro de manises refinado “Salador” al precio de 26
pesetas el litro. En los meses siguientes varios busques proveían de aceite la
refinería, así en mayo de 1964 proveniente de Bombay el buque alemán
“Hohernfeld” descargo una partida de aceite de manises para R.A.C.S.A., con
este nombre sale a la luz también la aceite refinada y la expansión es tal que
en ese mismo año ya produce aceite de cacahuetes, oliva y sola, en el momento
de la presentación pública de esta última se publicitaba como “un aceite
lampante, refinado, sano, desodorizado, absolutamente garantizado en todos los
sentidos, a un precio internacional por permitirlo nuestras modernísimas
instalaciones,…” el precio del litro de soja era a 21 pesetas.
En abril de 1966, aparece en el mercado con el nombre que
más se le recuerda “HAPPYDAY” pronunciado “JAPIDEY” como la propia publicidad
de la marca recomendaba pronunciar, evidentemente en botella de cristal de 1
litro y la variedad era de maní.
En agosto de 1969 con 9.000 metros cuadrados de fábrica,
modernas instalaciones y un personal altamente cualificado obtenía una
producción de 30.200 botellas diarias, en aquella época si se devolvía el casco
(botella vacía) te descontaban 5 pesetas en la siguiente compra, la cantidad de
producción hacía que el movimiento portuario de aceite era bastante constante y
abultado 500 – 600 toneladas de aceite puro. En este año la comercialización
continuaba siendo:
Aceite de Manises - Cacahuetes: HAPPYDAY.
Aceite de Semilla: RACSA.
Aceite de Soja: RACSA.
La competencia se fue convirtiendo cada vez más difícil
por lo que R.A.C.S.A. inició campañas publicitarias incidiendo en la frescura
que daba al producto el menor tiempo transcurrido entre el refinado y su
consumo “REFINAMOS HOY LO QUE VD. CONSUME MAÑANA”, “Si VD. Desea dar a sus
comidas un autentico sabor a aceite fresco, pida HAPPYDAY el aceite que se refina
a muy pocos kilómetros de su casa.” o ¿Cuántos kilómetros recorre esta botella hasta
su cocina?”
En marzo de 1970 introduce en el mercado el envase de
plástico, ofreciendo también el de cristal.
El 6 de marzo de 1976 tuvo lugar un aparatoso incendio en
las instalaciones de RACSA al inflamarse el aceite de una de las calderas, para
sofocarlo los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria tuvieron que utilizar
57.000 litros de agua y 225 litros de espuma, las pérdidas materiales fueron
bastante importantes, alcanzando los 18 millones de pesetas, en agosto de 1982
se declaró otro incendio iniciado en un camión que se encontraba aparcado en el
sótano del edificio.
En septiembre de 2003 el grupo SOS Corporación
Alimentaria entra en el accionariado de R.A.C.S.A., adquiriendo el 66.90 % de
su capital por seis millones de euros, en este mismo año R.A.C.S.A. facturaba
15 millones de euros anuales, aunque ya se venía esperando la noticia mucho
tiempo antes, en abril de 2011 deciden definitivamente cerrar la fábrica en La
Isleta y trasladar su producción a Córdoba, en el momento del cierre contaba
con 25 empleados.
En el tiempo que R.A.C.S.A. mantuvo actividad en La
Isleta, mantuvo bastantes iniciativas de apoyo a sectores sociales y deportivos
del barrio, entre otros, tuvo un equipo de fútbol, ayudó económicamente a
muchos clubs de La Isleta en distintos deportes, becó proyectos de
investigación y colaboró en aspectos relacionados con el carnaval.
jps en La Isleta a 26 de agosto de 2022.