En febrero de 1910 José Cabrera se encontraba en Cuba, había partido desde Canarias el 16 de noviembre de 1909 a bordo del vapor Catalina, desde los primeros días Cabrera se convirtió en un referente del numeroso grupo de canarios y canarias que vivían en aquella isla, la distancia no hizo que perdiera su vinculación con Canarias ni con la prensa isleña, publicando frecuentemente artículos en periódicos de nuestro país.
Dentro del compromiso, que mantuvo toda la vida, de
erradicar el analfabetismo y dotar a los trabajadores y trabajadoras de los
medios oportunos para acceder a la cultura, el 23 de febrero de 1910 publica el
periódico “El País” en su primera página un artículo de José Cabrera titulado ¡Los
niños a la escuela! dentro de una serie nominada “Canarios en Cuba”. En este
artículo Cabrera plantea lo bochornoso que resulta que Canarias ocupe el primer
lugar de analfabetismo en el estado español, resultándole especialmente difícil
de entender que ocurra en Canarias, país en el que la población tiene una gran
facilidad para el estudio y la cultura, Cabrera Díaz destacaba el gran interés de
las administraciones de “embrutecer” a la población de este país, lo que les ha
venido muy bien para introducir en la vida isleña problemas como el pleito
insular, cuando el único problema que de verdad importa en este país se
solucionará cuando exista en Canarias escuelas suficientes para que todos los
niños y niñas pueden tener la educación adecuada, cuando las autoridades y
prensa se preocupen por la educación y la cultura y cuando los ayuntamientos
dejen de ser agencias electorales al servicio de los caciques. En el momento
Canarias comenzará a mejorar en las estadísticas y cesará el pleito insular.
Como podemos comprender el artículo obtuvo muchísimas muestras
de apoyo en la prensa canaria y entre los canarios y canarias en Cuba, lo que
motivó que el 4 de marzo Cabrera Díaz publique otro artículo aclarando algunos
aspectos, el más importante es que las 3 soluciones propuestas deben ir unidas,
de nada vale que ahora las instituciones se pongan exclusivamente a crear
escuelas porque el problema es más profundo, es un problema de instruir, de
educar, aunque es importante no es suficiente disponer de locales, materiales y
profesores para educar y cimentar la cultura en toda Canarias, es también
esencial la cooperación constante de todos los elementos de la sociedad
canaria, autoridad, prensa, funcionarios públicos, partidos políticos, gremios
y familias.
Terminando este segundo artículo con la alegría que le
suponía las reacciones que se iban sucediendo esos días, posteriormente publica
otro artículo firmado el 8 de febrero de 1910 que concluye así,
“Muchos entusiasmos y mucha voluntad son precisos para abrirse paso en
esta labor de cultura pública. Hay que vencer los obstáculos que la rutina, loa
viejos vicios y las dañadas costumbres, el desaliento y el pesimismo, oponen al
desenvolvimiento de la instrucción popular: Chamberlain, el famoso político
inglés lo acaba de proclamar diciendo que «el entusiasmo es el alma de las
victorias». Ese entusiasmo lo sentimos ya, porque ya tenemos un ideal, una
convicción entera; porque tenemos además, una profundísima fe en la bondad de
nuestra causa. No en balde ha abierto el surco Salvador Rueda Un alma gemela de
la suya, el P. Viera, arroja la semilla; ella florecerá y fructificará al fin.”
Efectivamente
floreció y fructificó, José Cabrera Díaz a lo largo de toda su vida consiguió
resultados muy positivos en su compromiso con la educación y la cultura tanto
en Canarias como en Cuba.
jps, Archipielago Canario a 6 de febrero de 2021.